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Writer's pictureAlex Mauricio C. L.

¿Qué hay que hacer para entrar a Harvard? Lo que natura no regala, Harvard no lo presta. Parafraseando a don Miguel de Unamuno

Updated: Jun 4


¿Qué hay qué hacer para entrar a Harvard?

Tal y como se los comenté en una entrada anterior, la del 18 de enero (encontrarán el enlace al final del artículo). Iba a continuar con el asunto de cómo están manejando los medios informativos los contenido para equilibrar, todo hay que decirlo, esa lucha feroz que tienen con el fin de embellecer los estados financieros, luego del desplome de las ventas de publicaciones impresas (para quienes circulan todavía de esa manera) y, evidentemente, para los que nacieron digitales. Es una lucha constante por ganar métricas y así dinero de pauta. Esto lo hago a partir de los contenidos que recibo, mal recomendados por la IA en mi teléfono.


Y en este punto llegamos a Harvard.



Qué hay que hacer para entrar a Harvard?
¿Harvard?


Sí, Harvard.


El caso Harvard y una digresión


Ya vimos cómo usan algunos medios el contenido generado por la Inteligencia Artificial (IA), no necesariamente como apoyo para la redacción (seguro también lo usan, pero no nos damos cuenta, esa es la clave, que no se note), sino como fuente incuestionable de magna y alta sabiduría, e.g.:


Los regalos que no debe dar en año nuevo, atraen pobreza y perdición, según la IA

El País (Cali)


Recordemos que la IA es una herramienta y que, por tanto, las gracias y las desgracias llegan por el adecuado o inadecuado uso que de ella se hace. Que algunos medios la emplean como fuente primaria de contenido, creando artículos tan frívolos como el citado anteriormente.


Hace poco leí una noticia, de septiembre del año pasado (2023), en la que la tienda de libros de Amazon comenzaría a hacer control sobre publicaciones de libros hechas enteramente y en su mayoría por la IA, pues se estaban encontrando este fenómeno, en el que ya muchos se las dan de escritores porque le dicen a las IA que les redacten un libro. Miren, no es por quejarme, pero yo tardo fácilmente entre dos y cuatros horas en redactar una entrada para el blog, dependiendo de la complejidad del tema, además del tiempo no medido de consulta de fuentes, que también puede ser largo. Esto para decir, soy uno de los que piensa que sobre ciertos tipos de contenido la IA puede prestar gran ayuda en la redacción, con tu supervisión y tu toque personal, incluso si es del caso tu sintaxis, para llegar a una escritura «colaborativa» entre IA y escritora o redactor. Me parece justo, incluso necesario para las demandas actuales del contenido digital, pero de esto a decirle que te haga todo…


En otra noticia que encontré, en un ejercicio de IA alguien la puso a escribir al estilo de Mario Mendoza, consiguiendo notables similitudes. ¿Es la posibilidad de que Mario Mendoza aproveche esto para seguir escribiendo sus novelas con menos esfuerzo bruto? ¿Se debería sentir indignado el autor? ¿Qué pasa con el copyright o derechos de autor? Porque la IA está usurpando todo nuestro conocimiento para «aprender» y «vomitar» contenido a su manera. ¿Será que la IA puede escribir en la enrevesada sintaxis de Marcel Proust o William Faulkner? No quiero hacer el experimento para no desilusionarme en el caso de que la IA lo consiga ¿Estamos listos para disfrutar las «creaciones» de las IA y lo haremos igualmente que con las humanas? ¿Qué vamos a hacer con los descomunales consumos de agua y energía de los centros de datos en los que se entrenan y producen contenidos las IA? No más preguntas, su señoría.


Volvamos a Harvard


Resulta que a la par con los contenidos IA, generados a partir las preguntas baladíes que se le hacen a ella, han ido apareciendo en el feed de mi teléfono, los siguientes:


La Universidad de Harvard asegura que estos cuatro libros cambiarán tu perspectiva de la vida.

Enséñame de ciencia


Harvard da con el condimento que favorece la memoria y tiene 8 veces más hierro que las lentejas.

Periódico de Ibiza


El ejercicio físico que le ayudará a reforzar la memoria, según Harvard.


El superalimento avalado por Harvard que reduce los triglicéridos, disminuye el apetito y favorece la pérdida de peso.

20Minutos


Cuánto dinero se necesita para ser feliz esta es la cifra, según expertos de Harvard

El Tiempo


La lección financiera que cambiará su vida, de acuerdo con inversionista de Harvard. Esto le ayudará a ahorrar e invertir de una manera inteligente.

Portafolio


La mejor forma de presentarse a una entrevista de trabajo, según Harvard.

Muy Interesante


Cuál es el alimento que si comes todos los días ayuda a la memoria según Harvard

C5N

 

Harvard, universidad privada de EE. UU. siempre está en el top 10 de las más prestigiosas universidades del mundo mundial, junto a Cambridge, MIT, Stanford, Oxford, Princeton, entre otras. Seguro la Universidad en comento tiene más premios nobel de lo que sea; que los que tiene Colombia de lo sea.  De seguro al interior de sus muros se cuecen investigaciones del más alto nivel. También es probable que sus centros de pensamiento sean de la más elevada alcurnia. 


No tengo nada en contra de Harvard, qué clase de insecto podría ser yo, que me gradué de una universidad pública colombiana, para tomarme semejantes atribuciones. Más allá de que dentro de sus mismos muros estén promocionando un curso sobre la mega estrella pop Taylor Swift, que, oh, sorpresa, está agotado (no, no es ninguna sorpresa). Tan agotado que quien se inventó el curso está buscando ayudantes porque no da abasto. Créanme que tampoco tengo nada contra Taylor Swift, incluso me cae bien luego de que vi un documental sobre sobre su vida. Creería incluso que, si el curso se enfocara en el asunto del manejo y la imagen, el mercadeo que se ha hecho ella como producto musical, sería fantástico, porque en ella hay eso, genialidad en el mercadeo y seguro también es una compositora y cantante competente que se ha labrado su carrera en contra de un sistema, (y lo voy a decir, voy a usar la gastada y chirriante palabra que no es menos cierta) heteropatriarcal que quería controlar sus opiniones políticas para que no dañara su carrera. Pero la creadora del curso iguala las letras Swift con la poética de William Shakespeare. Momento ¿qué pasó aquí? si Shakespeare es el canon literario anglosajón por antonomasia. Ahí les dejo, Bob Dylan (otro músico de EE. UU.) tiene un nobel de literatura (abierto a debate también) y no conozco el curso que hable de él. Insisto, Taylor no tiene la culpa.


¿Qué hay que hacer para entrar a Harvard?
Las dos celebridades en cuestión. La chica al fondo con el mismo gesto que yo hice al darme cuenta de que dos universidades estaban ofrenciendo sendos cursos sobre los personajes.


Como tampoco tiene que ver Bad Bunny, a quien también le hicieron un curso, aunque usted no lo crea. La diferencia de este con la anterior es que Taylor Swift tiene una gran voz que la respalda; el otro (no estoy en contra de los gustos) canta (y me reservo el símil) no tan de mi agrado. Pero gustos aparte, el creador del curso, el profesor Nathian Rodríguez, de la Universidad Estatal de San Diego en California, aduce que el curso es de mercadeo musical y teorías de masculinidad. En concordancia, creo que el profesor es sensato, porque Benito Antonio Martínez Ocasio, tiene realmente un gran producto de mercadeo, no hay otra explicación para alguien que no tiene buena voz, desafina, que vocaliza mal (incluso ayudado por el Auto-Tune, ese sistema digital del corrección de errores en la música). Cuyo vestuario en bastantes ocasiones es estrafalario (queda claro que es parte del mercadeo), pero llena estadios como si fuera pastor evangélico gringo. Se sabe vender, eso tiene un mérito enorme. Aunque finalmente creo que a Bad Bunny no le importa lo que yo piense de él.


¿Qué hay que hacer para entrar a Harvard?


No es culpa de Harvard, de que los medios de comunicación lo usen como oráculo de banalidades o como sabio de la montaña, monje oriental o profeta del antiguo testamento sobre temas que pueden tener interés, o no, pero estamos hablando de Harvard. Lo que me hace recordar que de tanto en tanto en cualquier periódico sale algún estudio del tipo: Reciente estudio revela que podría haber incidencia en la calidad del sueño de los osos panda y la producción de árboles de bambú en el sur de China (este estudio me lo acabo inventar, no lo busque que tal vez no exista. O ¿Será que sí?).


Entras a la página de Harvard que, además de estar bellamente diseñada, ojalá la mía fuese así, presenta varios temas de investigación altamente relevantes para la humanidad. En esta ocasión, asuntos de geología ¿De qué están hechas las montañas? ¿Se pueden anticipar los terremotos? De cómo los expertos de Harvard están usando desde la ciencia hasta la religión para ganar en conocimiento del mundo que nos rodea. Cómo en el 2022 las erupciones volcánicas alteraron la química de la estratosfera, reduciendo los niveles de ozono. Y así entre otros.


El punto es, lo que los medios están agarrando de Harvard y cómo lo están presentado desde la propia redacción: «El superalimento avalado por Harvard…», obsérvese, Harvard dando avales, los medios apelando al sesgo de autoridad o «Harvard da con el condimento que favorece la memoria…» como si Harvard fuera una tía que va a la plaza de mercado y se encuentra con el famoso condimento. O esos que terminan «…, según Harvard» como si fuera uno de los evangelistas de la Biblia. «Cuánto dinero se necesita para ser feliz esta es la cifra, según expertos de Harvard», dice otro titular, nos mencionan el concepto de felicidad basada en el dinero, cuando un semestre en Harvard vale más que lo que se gana al año alguien en Colombia con el salario mínimo más prestaciones. Nos hablan de felicidad cuando hay en el mundo gente multimillonaria  que todavía no es feliz porque ambicionan más y más y otro poquito más.


Nos ofrecen de Harvard los temas ligeros (no digo que no sean importantes, ojo), cuando sabemos lo que esta clase de universidades pueden ofertar, cuando para la superficialidad está YouTube o TikTok o cualquier otra. Ya hay suficiente ligereza en la internet y la televisión como para que quienes tienen la tarea de informar nos ofrezcan más futilidad, si lo que necesitamos es profundidad.


¿Qué hay que hacer para entrar a Harvard?
Campus de Harvard. Image by Katz Gohsend from Pixabay


Podrán decirme: eso es lo que vende y de algo tenemos que vivir, y tienen razón. Yo ruego por un poco de equilibrio. Sigan con la frivolidad, necesitamos de ella también. Pero regálame a la vez algo de fondo, algo que no se borre con la primera lluvia, es decir, perdurable. Y eso que no he llegado a la parte en que los medios de información se convierten en la caja de resonancia de los llamados, malamente, «influencers», como Aida Victoria Merlano, Epa Colombia, La Liendra y otros más de cuyos nombres no quiero acordarme, en serio no quiero acordarme, y que son el colmo de la superficialidad.


 Así que voy aquí otra vez contra los medios, pero para ser justos, entiendo que el capitalismo tecnológico ha cambiado mucho el modelo de negocio, y, siempre primará el criterio financiero. De aire no se vive, es verdad, sobre todo cuando los inversores esperan dividendos y cuando esos mismos inversores son grandes grupo económicos con afanes de lucro y su propia agenda. Algo va de cuando el domingo, los de mi época perfectamente podíamos quedarnos en la lectura del periódico hasta dos horas: había horóscopo, pero también investigación; reportaje y sección deportiva; tiras cómicas y a su vez reportajes a fondo. Cuando existían exuberantes suplementos culturales, qué tal el Magazín, de El Espectador. ¡Ah, tiempos aquellos! Pero aquí vamos, esperando que mejoren los contenidos que inviten a leer y no traicionen la inteligencia. Por fortuna hay otros canales y medios que lo siguen haciendo mejor; esos nos salvan el día, denme siempre a la BBC en su portal web, por ejemplo, por hablar de los grandecitos, porque los medios más pequeños hacen un trabajo más encomiable y valeroso, como los portales de investigación, si de informar se trata.


Harvard, salve usted la patria por que los periódicos tradicionales de aquí no han podido (como toda generalización, sé que es injusta), siga con sus curso sobre Taylor Swift, que eso vende, pero no abandone las obras perdurables y necesarias para entender lo que pasa en nuestro planetica tierra que tanto queremos.


Coda


¿Qué hay que hacer para entrar a Harvard? Esa respuesta la tiene usted, amigo lector, amable lectora. Entrar a Harvard es muy fácil, sólo basta tomar uno de sus cursos virtuales gratuitos ( esto no es publicidad pagada, ojalá lo fuera, se me ocurrió nada más como una coda didáctica).


Aquí:



¿Qué hay que hacer para entrar a Harvard?

(2024)


Fuentes del artículo:



Sobre Bad Bunny







Capturas de pantalla del feed de mí teléfono:


¿Qué hay que hacer para entrar a Harvard?

¿Qué hay que hacer para entrar a Harvard?

¿Qué hay que hacer para entrar a Harvard?

¿Qué hay que hacer para entrar a Harvard?

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