La gramática es como la vida
La novela es el género perfecto para que quien escribe pueda darse libertades estilísticas, que, en otros géneros menos dadivosos, no calzarían bien o lo echarían a perder, como en el cuento, por ejemplo, o la poesía o el ensayo. La novela se deja hacer y, por su extensión, es maleable a las experimentaciones, todo eso, desde que se haga bien, se inserte con naturalidad y aporte al desarrollo del arco narrativo y de lo que se quiere contar. En la novela caben los otros géneros literarios, hay novelas construidas con cartas, artículos de prensa, ensayo, poesías, discursos, libelos, flujos mentales, novelas de novelas, de memorias y un largo etcétera.
Gramática pura. Una novela, Colección Índice, de Rey Naranjo Editores, 2020, escrita por Juan Fernando Hincapié, Bogotá, 1978. Es una muestra de lo anterior. Una novela hecha con los escombros de un manual de gramática, escrito por Emilia Restrepo Williamson, mujer bogotana con 30 años recién cumplidos. O un manual de gramática escrito con piezas de la vida de Emilia Restrepo, rola de clase alta, moradora familiar del norte de la capital.
La historia
El detonante de la novela es el manual que quiere escribir Emilia como complemento de su experiencia en la enseñanza de la materia. La novela está narrada en primera persona y en el camino se difumina la frontera entre la enseñanza de la gramática y la historia de la vida de Emilia desde el colegio, principalmente en el año de intercambio en un high school de la ciudad de Oklahoma hasta el presente. Están incluidas su vida de estudiante de universidad, dudas profesionales y también sus escarceos amorosos. Sin olvidar las referencia a su familia compuesta por mamá, papá, hermano menor, empleada doméstica y un tío medio zángano que vive con ellos. Hay constantes referencias a espacios geográficos de la capital, que de seguro para quienes la conocen más que yo lo podrán disfrutar con aires de nostalgia.
Aspectos literarios
La prosa es directa, en ocasiones plana, el personaje tiene un discurso irónico y de humor que hace agradable la lectura, las inserciones gramaticales están en general muy bien elaboradas, tanto que, realmente, se puede aprender de gramática con su lectura, incluso tiene algunos cuadros explicativos de los tiempos verbales. Los títulos de los capítulos hacen alusión a las etapas que se están contando en la vida de la narradora: «El condicional es una suerte de futuro del pasado», «El pretérito casi nunca es perfecto, pero a veces…», «El presente no debería representar ningún problema», «La parte del subjuntivo».
El personaje de Emilia está bien construido en lo que tiene que ver con su carácter arribista, clasista y con sus afanes de perfección, es lo que podríamos decir una mujer inmamable, a la que pocos le podrían llegar a los tobillos en sus ínfulas; quién mejor para ser correctora gramatical.
La novela, en general, me parece meritoria, incluso mejor conseguida que algunos adefesios que he leído y que en algunos casos que no pude terminar de leer.
Lo que pudo ser mejor
Tengo algunas salvedades para hacerle a continuación: la prosa plana, que para un lector casual no es problema, porque hace que la novela se lea con facilidad y rapidez, para un lector más exigente raya en lo simple, con el agravante de que la narradora era pichón de escritora, con lo cual pudo el autor aprovechar para regalar algunos cariños literarios en las formas, no lo hace. El personaje de Emilia, se mencionó antes, tiene unos rasgos muy bien construidos, pero en otros, carece de profundidad, con lo que quedó casi en el límite de lo caricaturesco, pues se exacerba en su clasismo, pero descuida su sensibilidad, sus rasgos dramáticos, su dolor, así fuera, y con mayor razón, por alguna tusa amorosa, porque la novela no carece de episodios intensos para ella. La construcción del personaje, en cuanto a su profundidad, logra salvarse un poco por dos episodios pequeños y, de los cuales se extrañaron más a lo largo de la novela. Uno, la amistad de Emilia con una secretaria de una academia de inglés en donde trabajó y dos, un episodio que ella observa en la finca de la familia, casi al final de la novela, y que involucra al mayordomo.
Apuntes finales
La edición me parece de muy buena calidad y con ilustraciones hechas de fotografías procesadas para cada cambio de capítulo y contra solapas.
La noticia es que hay literatura actual, hay novela colombiana contemporanea, más allá de las vacas sagradas que promueven de las grandes editoriales con todo su aparato de mercadeo. Es agradable descubrir nuevas letras, leer literatura cercana a nuestro quehacer y lejana de los reflectores (es mejor, diría, «equivocarse» leyendo a alguien desconocido, que perder el tiempo y equivocarse leyendo autores famosos empaquetados por las editoriales grandes).
La noticia, también, es que la vida está construida sobre la malla de los tiempos verbales, que la gramática y sus definiciones marcan una línea transversal en las vidas que son nombradas por la escritura de la ficción y la no ficción. Que la gramática es como la vida, con muchas reglas para aprender, por conocer y romper.
¿Dónde se puede conseguir?
(2023)
Hola Alex, gracias a esta reseña quedé picada por la ganas de leerlo y me gustó, lo he recomendado también. 😬 Emilia no es inmamable, a mi me cayó bien.