top of page
Writer's pictureAlex Mauricio C. L.

La vida como una tragicomedia de situación (Lo extraordinario de lo ordinario)


Lo extraordinario de lo ordinario

Un par de meses atrás hice una «defensa» de lo que llamamos drama en un contexto vital y en relación principalmente con la literatura y algo en el cine. Porque la vida es mayormente drama, si a géneros nos vamos a referir. Hoy vengo a hablar de otro asunto que compone nuestro armado y estructura de vida. Algo que hace parte de ese magma, de ese líquido amniótico en el que nadamos y del que (quizás, por qué no) también recibimos nutrientes.


¿Han visto seriados policiacos, de detectives o agentes secretos? O ¿de médicos, bomberos, paramédicos, rescatistas? Adrenalina pura, como se dice. No hay espacio para algo que sea distinto a lo habitual. Digamos que, en principio, es compresible porque se requiere, no solo entretener a una audiencia, sino también resolver en cuestión de 40 o 45 minutos una situación o problemática planteada por los guionistas. En esos casos, a pesar de que sé que ello es necesario, pienso «bueno, pero ¿es que este médico o policía no tiene familia, no duerme, no come o cocina o no se baña?» (muchos latinos creo, sobre todo los colombianos, somos obsesivos con el asunto del baño).


Todo es intensidad pura en el cine y la televisión, no hay margen para vivir, no hay espacio para lo usual; no para lo rutinario (y de ahora en adelante me abstendré de usar este último adjetivo por las connotaciones negativas que tiene en varios contextos, y más en la vida misma).


No, no hay espacio para lo ordinario. Pero ¿de qué, sino de lo ordinario, está hecha la vida?


Un día en la oficina


Es comprensible que quienes no somos corresponsales de guerra ni espías o escritores aventureros como lo fueron Jack London, Karen Blixen, Hemingway, Joseph Conrad o Arturo Echeverri Mejía (en el ámbito colombiano) o también por qué no, los llamados influencers, que deseemos fervientemente algo de eso que ellos tienen sin necesariamente ensuciarnos con sus actividades.


Lo ordinario es el pan de cada día y quizás por eso buscamos lo extraordinario en la televisión o el cine, pero también en los viajes o la rumba (para los rumberos hay una información, cuando vas de rumba cada semana, se convierte en habitual, ergo, es una actividad común), buscamos evasiones a lo ordinario, pero nos tengo malas noticias, no existe escapatoria. Diría que incluso para los aventureros, esas aventuras vitalistas que persiguen son, para ellos, como un día en la oficina, es decir, esa es su vida ordinaria.


La RAE (Real Academia de la Lengua) define en su primera acepción «1. adj. Común, regular y que sucede habitualmente». Si tu habitualidad es la aventura, esa es tu manera de vivir lo ordinario. No sé, piénsalo. Cuántos de aquellos que llevan días cubriendo una guerra como corresponsales o apostados en un lugar de la batalla o están haciendo en estos momentos los recorridos mortales del migrante en una patera para llegar a Europa o cruzando la selva del Darién, desearían por un momento tener la quietud de dormir, comer, amar o ver TV sin miedo en casa.


Pero por fortuna existe también lo extraordinario en nuestras vidas plagadas de mesetas: el nacimiento de tu hijo o tu hija, cuando conociste por primera vez el mar. El día en que te graduaste o en el que conseguiste el empleo que querías, o, incluso, solo conseguir empleo decente, que por estos tiempos es ya un milagro. Aún recuerdas a tu primer amor.


También es justo reconocerlo, de la vida también hacen parte las fatalidades como hechos extraordinarios. Cuando fuiste víctima de un robo, cuando enfermó un ser querido. Cuando ese equipo de futbol que te ha hecho dar rabia tantas veces ganó un campeonato, pero también perdió la final contra un equipo primerizo. Cuando terminaste una relación y quedaste hecho polvo. Cuando te despidieron del trabajo. Cuando murió alguien a quien amabas. Esa es la vida. Quisiéramos decantar todo para al final quedar con la parte buena de la fruta, es decir, lo extraordinariamente bueno, pero eso no es posible. Así no funciona esto. Cada bueno trae su malo.


La vida es una tragicomedia de situación


Lo extrarodinario de lo ordinario
Sitcom


Así como están las series policiales, donde los protagonistas viven en un adanismo casi sin parientes, además de que no duermen y todo lo demás que mencionamos en el segundo párrafo. También existen las comedias de situación o Sitcoms (por su denominación en inglés) en donde lo ordinario, en muchas de ellas, se convierte en pan de cada capítulo. Allí se hace la oda a lo común, pero adobado con humor y con amor, tal vez. Disfruto mucho con este tipo de seriados, llegan a mí Seinfeld, Frasier, The Office, Friends (No la seguí de cerca), Cheers, Everybody hates Chris, NN, Don Chinche, Dejémonos de vainas (estas últimas 3 son el equivalente a las llamadas Sitcoms desde nuestro lado colombiano) y un largo etcétera, en donde lo habitual domina las historias. Ciertamente de lo cotidiano, es de lo que en general se aprovecha el humor para generar combustión.



Lo extrarodinario de lo ordinario
Sitcom

Quizás esa sea la clave para entender y entendernos desde lo ordinario, desde lo valioso que es, aunque a veces parezca exasperante, monótono y (prometí no usarla, pero lo haré otra vez) rutinario. Es necesario salpimentar con humor, porque borrarlo es imposible, eso que parece tan recurrente, con cambios de perspectiva, con entender que eso que vivimos día a día tal vez otro lo añora (esto último es un consuelo de tontos). Comprender y valorar cada destello que nos saque de lo rutinario, para volver de nuevo a la planicie confiada y segura de la habitualidad.


Si le quitas a la persecución, los balazos, las peleas, a la película policial, finalmente queda lo que vivimos la mayoría del común de los mortales, eso que no muestran los guiones, eso que es la vida.


El líquido amniótico en el que flotamos a veces no tan plácidamente es también la existencia.


Tal vez la vida sea finalmente eso: amor y rutina (¡ups! La volví a usar, lo siento)


(2023)


Lo extrarodinario de lo ordinario

17 views2 comments

Related Posts

See All

2 Comments


¡Por mas momentos extraordinariamente buenos en la vida! No seguir de cerca Friends es un pecado .

Like
Replying to

Soy un pecador, reconozco.😏

Like
bottom of page